La higiene bucal es un aspecto fundamental para mantener nuestros dientes y encías sanos. Para ello debemos tener en cuenta tanto la frecuencia de esta limpieza dental, la forma del cepillado y los elementos que utilizamos.
Para llevar a cabo un correcto cepillado de nuestros dientes y una limpieza bucal adecuada debemos de tener en cuenta el tipo y calidad del cepillo de dientes, las características del dentífrico que utilicemos, y saber que para una buena higiene dental no podemos olvidar los espacios interdentales (hilo o seda dental o cepillos interdentales), así como la limpieza de la lengua.
Hoy nos vamos a centrar en la importancia del dentífrico en la salud de nuestros dientes. En el mercado contamos con una amplísima variedad de pastas de dientes: anticaries, efecto blanqueante, limpieza profunda, antisarro, para dientes sensibles, pastas de dientes específicas para niños… Ante esta amplia oferta es importante conocer sus características para elegir la más adecuada a nuestras necesidades.
Los aspectos que tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir una pasta de dientes son los siguientes:
La cantidad de flúor
El flúor, junto al calcio, son elementos fundamentales para mantener nuestros dientes sanos. En concreto el flúor tiene acción anticaries, evitando la formación de placa bacteriana (sarro). También previene la desmineralización de los dientes y ayuda a su remineralización (captación de calcio y fósforo). Pero un exceso de flúor, también puede causar problemas, especialmente en las etapas tempranas del desarrollo de los dientes. Las pastas de dientes tienen una cantidad de flúor variable, para un adulto normal oscila entre 1000-1100 ppm (partes por millón) y hasta 1450 ppm. En los niños hasta 2 años debe ser inferior a 450 ppm y poca cantidad (un guisante). Para niños entre 2 y 6 años hasta 450 ppm y también poco (un guisante). Por encima de 6 o 7 años ya se puede utilizar pasta de dientes similar a un adulto y entre 1 y 2 cm.
Que no sea abrasiva
Un exceso de abrasividad en la pasta de dientes acabará desgastando nuestro esmalte y provocando problemas en los dientes. Se recomienda que una pasta de dientes para una limpieza frecuente, tras cada comida, tenga un índice de abrasividad (RDA) menor a 70-80. Cuidado con las pastas de dientes con microgránulos, limpieza profunda, o efecto blanqueante que pueden alterar la protección de nuestros dientes y las encías. Algunas pueden tener un RDA superior a 200.
El sabor
Aunque este es un aspecto menos importante en cuanto a la salud de nuestra boca sí es importante que lo tengamos en cuenta para que el cepillado nos resulte agradable. Esto es especialmente importante en el caso de los niños, ya que si no les agrada el sabor puede que sean reacios a cepillarse. Normalmente podemos optar por pastas de dientes que tienen sustancias refrescantes, mentoladas, lima u otros aromas. Pero cuidado, que una pasta de dientes pique mucho no significa que sea mejor o que tenga más flúor, ya que otras sustancias como los alcoholes pueden también provocar el picor.
Dentífricos para tratamientos específicos
Los dentistas podemos recomendar dentífricos específicos para personas con gingivitis, con prótesis dentales, dentífricos con alta concentración de flúor (superior a 2500 ppm) para personas con grave riesgo de caries; dentífricos para complementar tratamientos de blanqueamiento profesionales; etc.
Si tenemos dudas de qué dentífrico elegir o cuál es la mejor pasta de dientes para nuestro cepillado diario podemos consultar a nuestro dentista o en la farmacia sobre qué pasta de dientes puede ser la más adecuada.
Originally posted 2020-06-01 08:47:36.
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