Un irrigador dental es un aparato que utiliza pulsos de agua a presión para la limpieza bucodental. Se suele utilizar como complemento al cepillado para eliminar restos de comida entre los dientes así como para eliminar placa bacteriana que se resista al cepillado.
No es un elemento alternativo al cepillado de dientes sino un complemento para mantener nuestra salud bucodental.
¿Cómo funciona el irrigador dental?
El funcionamiento del irrigador dental consiste en lanzar un chorro de agua a presión sobre la superficie de los dientes, espacios interdentales o las encías. Por lo tanto es también una opción alternativa a la utilización de cepillos interdentales o hilo dental.
Los irrigadores dentales tienen una estructura básica y general a todos ellos compuesta de un depósito de agua, una bomba propulsora, y un conducto con boquilla por el que se aplica el chorro de agua a presión.
Las características que pueden variar entre ellos radican principalmente en los tipos de boquilla, la opción de regular la presión del agua, contar con temporizadores de seguridad, o la facilidad de transportarlos: eléctricos de sobremesa o portátiles (con batería). Las opciones de boquillas también permiten que un mismo aparato pueda ser utilizado por varios miembros de la familia. Igualmente hay aparatos que pueden contener el cepillo eléctrico y el irrigador bucal.
¿Cuándo se recomienda el uso del irrigador dental?
El irrigador dental puede ser utilizado por cualquier persona en su higiene bucal diaria, sin embargo, es especialmente recomendado por el dentista en algunos casos.
- En las ortodoncias. En un tratamiento de ortodoncia es habitual recomendar el uso de irrigador, ya que este permite una limpieza de los brackets y arcos dentales mucho más profunda.
- Para la limpieza de implantes. El acceso a las zonas cercanas a la encía con hilo dental o cepillos interdentales puede ser demasiado agresivo y no permitir la regeneración correcta de la zona.
- En el caso de afecciones de encías (gingivitis) o periodontitis.
La principal ventaja del irrigador dental es acceder, gracias al chorro de agua a presión, a zonas de difícil acceso por el cepillo dental, el hilo dental o lo los cepillos interdentales. También por su efectividad en la limpieza de la línea de la encías. Sin embargo, su utilización también requiere de ciertas precauciones como la regulación correcta de la presión y el tiempo de exposición de zonas sensibles al chorro de presión, como las encías o zonas de retracción de las encías.
Originally posted 2018-11-30 09:12:34.
Deja una respuesta